domingo, 14 de octubre de 2012

OBESIDAD y HAMBRE, paradojas de la globalización

La obesidad es mucho más que un problema estético, en torno a ella se encuentran las principales patologías que nos están afectando (diabetes, hipertensión, síndrome metabólico etc.) y se le considera la gran epidemia del siglo XXI. Si bien es cierto que son muchas las empresas de alimentación que se han sensibilizado con el tema, sería irrisorio pensar que la industria va a actuar seriamente en contra de sus propios intereses.

Es la administración la que tiene que sensibilizarse con el tema y llevar la iniciativa, no sólo con el control higiénico o microbiológico de los alimentos, sino con aquellos otros aspectos del mismo que lo vinculen con la obesidad. La ciudad de Nueva York es un referente en este sentido y va por el camino de reglamentar el consumo de la comida basura de igual forma que lo ha hecho con el tabaco porque tiene ya la experiencia de que una reducción de un 35% del consumo le ha permitido aumentos en 2,5 años de la expectativa de vida con respecto al resto de la población americana. La globalización nos obliga a importar también esa experiencia para poder aprender en cabeza ajena y poder valor lo nuestro, la dieta mediterránea.

Ha sido la agresiva publicidad de la industria alimentaria la que en mayor medida ha provocado el aumento entre 200 y 600 calorías al día a través  del mayor tamaño de las porciones sobre todo de los refrescos, y es que combatir iconos tan asentados como los de Coca Cola o McDonald´s no es tarea nada fácil.

Aunque en la obesidad entran en juego muchos factores el principal es el balance positivo entre las calorías ingeridas y las gastadas. Recientemente se ha publicado un nuevo consenso sobre el balance energético y sus implicaciones en la obesidad ya que estas relaciones no están nada claras. Conceptos como la saciedad o el tipo de ejercicio físico, conocer porqué determinados regímenes dietéticos funcionan con unas personas y no con otras y sus relaciones con posibles metabolismos lentos, están aún pendientes de estudio.

Todos los expertos coinciden en que la problemática de la obesidad hay que estudiarla de forma integral pero dejando bien claro que hay aspectos evidentes a controlar y el principal de ellos es el de la alimentación.

Aunque la crisis puede estar invirtiendo esta realidad, no deja de ser la nuestra, una realidad que contrasta con el lema que todo 16 octubre intenta concienciar el Día Mundial de la Alimentación, el del hambre que se pasa en el mundo.