miércoles, 26 de diciembre de 2012

2012, 100 AÑOS DE NUTRICION

Los años anteriores a fechas fatídicas fueron años decadentes, los siguientes, en cambio, fueron de ilusionada renovación. En este año que concluye, además de ser de especial relevancia para la civilización maya, se han cumplido 100 años de la introducción del concepto de “vitamina” como la conjunción de otros dos, aminas y vitalidad,  ya que entonces se consideraba a los derivados del amoniaco como sustancias esenciales para la vida.

Aunque ya desde la época de los egipcios se conocían alimentos que mejoraban la visión nocturna fue mucho más recientemente cuando se comprobó que determinados déficit alimentarios provocaban enfermedades, en concreto el escorbuto en los marineros por falta de vitamina C (ácido ascórbico) y el Beri-Beri en la alimentación a base de arroz descascarillado por falta de vitamina B1 (tiamina). En 1912, el médico Casimir Funck introdujo este concepto de vitaminas dando prácticamente inicio a la nutrición tal y como actualmente la entendemos. A medida se fueron descubriendo sustancias que ejercían este efecto se fue asignando alfabéticamente a las misma una letra identificativa comenzando por un promotor del crecimiento que se descubrió en la mantequilla y a la que se le asignó la letra A.


¿QUE ES LO QUE HA CAMBIADO EN ESTOS 100 AÑOS?


La situación, sobre todo en los países en desarrollo, no es la misma y se ha pasado de unos estados carenciales muy acusados a otros en el que se combina la carencia con el exceso ocasionado por las mismas leyes del mercado. Así, el estudio eVe (estado vitamínico de la población española) estimó que el estado nutricional de los adultos españoles sólo era buena en un 54,4%, mejorable en un 40,9% y mala en un 4,6%, siendo muy diferente según los diferentes sectores poblacionales..

Aparecen, por este motivo, terminologías como el Nivel más Alto Tolerable (NA-UL), la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) o Ingestas Adecuadas (IA) que hacen referencia e esta problemática del exceso y que de debe tener muy en cuenta a través del etiquetado y al mismo tiempo surgen debates sobre la fortificación o enriquecimiento artificial de los alimentos, así como la introducción de genes de otras especies que permiten la adecuación nutricional de la población utilizando su alimentación de siempre, surgiendo entonces la controversia de los alimentos transgénicos.

Hoy en día está plenamente establecido que una dieta variada suple los requerimientos adicionales de las vitaminas. El consumo de vitaminas o minerales esta indicado en situaciones especiales en la que los aportes no sean suficientes o el consumo sea elevado tales como el estrés, el deporte, el embarazo, en regimenes de adelgazamiento o situaciones de envejecimiento. Por ello, las vitaminas constituyen un terreno abonado para la investigación, lo que genera con facilidad falsas espectativas pero también evidencias científicas como el uso del selenio en el cáncer de próstata, la utilización de calcio y vitamina D3 para el mantenimiento de los hueso, la combinación de zinc y antioxidantes que retrasan la degeneración macular, o la utiliza de la vitaminas B en la mujer (B9) o en la vejez (B12).



jueves, 13 de diciembre de 2012

COMPARTIENDO LA NAVIDAD CON EL ALZHEIMER

Puede que Julio Iglesias se “olvidase de vivir”, pero estos enfermos, que se han convertido en realidad en niños diferentes, a los que se debe de tratar como a tales pero sin que se note, se están perdiendo el final de su película. Están reclamando como nadie sus reyes, unos reyes nada cuantiosos para los tiempos que corren, piden sólo afecto y comprensión.

Pero, ¿Qué sabemos del Alzhéimer?


Los números hablan por sí solos. El Alzhéimer es la principal causa de demencia para aquellos que tienen más de 65 años, un 10% de ellos están afectados y un 50% de los que tienen más de 85 años. En tan sólo cuatro décadas un 35% de la población tendrá más de 65 años. A esto se ha de añadir que según el INE este año será el primero (desde 1971) que perderá población, de tal forma que se estima que en 40 años se pierda un 10% de la misma. Es fácil imaginar el impacto social que esto ya está ocasionando, puesto que los primeros de la generación del “Baby Boom” están empezando a cumplir los 65 años. No es extraño, por tanto, que la OMS y la UE se hayan sensibilizado con el tema y hayan nombrado a este año que acaba, Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional.

La que antiguamente se consideraba como una demencia pre-senil, y que a medida se va conociendo la enfermedad se va entendiendo que son distintas fases de la misma condicionada por la edad, fue descrita por primera vez en 1907 por Aloise Alzheimer. Es una enfermedad devastadora que afecta a la memoria y al funcionamiento mental, pero que también ocasionan confusión, cambios de humor y desorientación tanto espacial como temporal. Esto convierte al enfermo en un individuo completamente dependiente.

El primer problema que se presenta con el Alzheimer es que es una enfermedad que está infradiagnosticada y  que cuando se diagnostica se hace tarde. La gran capacidad plástica de nuestro cerebro consigue que el deterioro de unas zonas sean contrarestadas por otras, con lo cual, cuando los síntomas son evidentes el grado de deterioro es muy elevado. La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación de placas de proteína β-amiloide y ovillos neurofibrilares de proteína tau fosforilada. Estudios recientes (Bateman, 2012) parecen indicarnos que tanto la detección de β-amiloide como de la proteína tau en líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden servir como biomarcadores tempranos, al menos, en Alzheimer de tipo hereditario. Estos ensayos junto con otros, parecen indicar que el proceso de la enfermedad puede comenzar con 20 años de antelación a la aparición de los síntomas. Síntomas que van a ser diferentes según las áreas cerebrales afectadas y las patologías asociadas como los infartos corticales o la inflamación, de la cual no se sabe si es causa o consecuencia.

Se ha comprobado que el Alzhéimer cursa con bajos niveles de acetilcolina en el cerebro y altos de acido glutámico que son neurotransmisores necesario para el correcto funcionamiento del mismo. Evitar la degradación de la acetilcolina es lo que persigue la principal línea de tratamiento, los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, rivastigmina y galantamina). En los casos más avanzados se está utilizando otro medicamento la memantina, que tiene otra finalidad que es reducir el exceso de glutámico. Ensayos en ratones han evidenciado la inmunización contra la protenia β-amiloide revierte la enfermedad, pero causa inflamación e investigaciones recientes en el CBM Severo Ochoa han corroborado una relación entre el Virus del Herpes Simple (VHS-1) y la enfermedad de Alzhéimer.

Muchos son los factores que predisponen a la enfermedad tales como, la edad, el abuso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), la depresión, la diabetes, la hiperlipidemias, los traumas cerebrales, los pesticidas o el tabaquismo.

Pero también hay otras aspectos que reducen este riesgo, en este sentido existe un estudio reciente (Gu, 2012) que demuestra los efectos beneficiosos de los ácidos grasos ω-3 y la dieta mediterránea en general. Se ha comprobado que las estatinas hipolipemiantes también protegen al estimular la capacidad protectora del factor de necrosis tumoral, un aspecto clave en la respuesta inflamatoria del cerebro.

Otro interesante estudio (Cao, 2012) ha provisto la primera evidencia directa de que el consumo de café o cafeína se asocia con una reducción del riesgo de demencia o, al menos, retrasa su inicio.

Con todo, son los estímulos, sociales, mentales y físicos los que le permiten mejorar más eficientemente su comportamiento cognitivo y presentar unos cerebros aparentemente más jóvenes de los que realmente son (Nyberg, 2012),