martes, 5 de mayo de 2015

Genes y salud


Los ensayos genéticos tienen mala prensa, se consideran artificiosos y excesivamente novedosos. Realmente son tan artificiosos como han podido serlo  la selección para mejoras de de los cultivos que se han hecho desde tiempos inmemoriales y, como todo ensayo,  han sufrido su conveniente evolución.

Cuando se decidió premiar el año pasado a SergioMoreno, Canario de Gáldar, formado en sus primeros años en la facultad de farmacia de la Universidad de La Laguna con el premio Canarias de Investigación, me confirmó la existencia real de esas personas agraciadas con el don de la genialidad. En la entrega del premio quiso dejar bien claro su procedencia de orígen humilde y el agradecimiento de poder haber recibido becas de estudio desde temprana edad. Ha dedicado su vida a la investigación en genética, una ciencia que ya desde sus comienzos, a mediados del XIX con Mendel, prometía grandes logros, y como nos describía el Dr.Moreno-, el elixir de la vida lo tenemos ya al alcance de la mano. De la investigación sobre el cáncer se ha pasado a la investigación sobre la longevidad, y con una publicación reciente en Science nos quiso ilustrar sobre la posibilidad real de aislar factores de rejuvenecimiento de individuos jóvenes capaces de revertir el envejecimiento de otros adultos. Con un experimento que nos puede parecer un tanto macabro, uniendo los sistemas circulatorios de dos ratas, una joven y otra adulta, se ha podido comprobar el rejuvenecimiento de la mayor. Este modelo experimental que tiene más de 150 años se ha actualizado con el nombre parabiosis. El avance lo ha producido el aislamiento de una proteína GDF11 que presenta los mismos efectos. Aunque son ensayos muy preliminares, sí ilustra las posibilidades que nos da la genética en aspectos como el Alzheimer, disfunciones de órganos etc.

            Otro campo en el que  ha demostrado la genética sus enormes posibilidades es en el campo de la nutrición. Todos somos conscientes de que una misma alimentación no nos afecta a todos por igual. En esta interacción entre la dieta y los genes es en lo que ha estado trabajando el proyecto europeo Food4Me que acaba de concluir y publicar su libro blanco. Este estudio demuestra que el asesoramiento nutricional personalizado es más eficaz para mejorar la conducta alimentaria que el convencional tratando a toda la población por igual. Por novedoso que nos parezca no debemos de olvidar que se cumplen más de 6 décadas desde que el bioquímico americano Roger J Williams (1893-1988), al descubrir el ácido pantoténico y dar nombre al ácido fólico como vitamina B, introdujo este concepto de enfermedad de orígen genético. El impulso más reciente se ha debido al impacto que ha supuesto el logro del descifrado del código genético en el año 2003.